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Ruta arqueológica por la Costa Brava

Cualquier momento es bueno para hacer una ruta arqueológica en la Costa Brava. Un pedacito de mundo que guarda un rico legado dejado por diferentes pueblos antiguos: íberos, griegos y romanos. Y que se ha convertido en un referente para el ámbito de la arqueología por conservar lugares que atraen, incluso a público internacional, hablamos de Empúries, la Ciudadela de Roses y Ullastret. Aunque, más allá de estos tres, hay otros yacimientos más pequeños y, más cercanos al Camping Palamós que queremos incluir dentro de esta ruta arqueológica.

Ruta arqueológica por la Costa Brava La Costa Brava nos ofrece todo un conjunto de espacios arqueológicos visitables. Te destacamos 6 para que puedas configurar tu propia ruta arqueológica con tus favoritos o para que te animes a visitarlos todos:

1. Poblado íbero de San Sebastián de la Guarda: situado en Llafranc, forma parte del Conjunto Monumental de Sant Sebastià de la Guarda. El cual, además del poblado íbero, agrupa una torre de vigilancia del siglo XV, una ermita y hospedería del siglo XVIII y el mítico Faro de San Sebastián del siglo XIX. Se puede visitar de manera libre, siguiendo unos paneles explicativos. Conserva las estructuras de diferentes viviendas y veinte silos. Los trabajos arqueológicos realizados han permitido datar el yacimiento entre los siglo VI-I aC.

2. Poblado íbero de el Castell: situado en Palamós, junto a la Playa del Castell encontramos los restos de este antiguo poblado íbero construido en el siglo VI aC. A pesar de sus dimensiones, se convirtió en un punto muy importante en las rutas comerciales que se desarrollaron en torno a la ciudad griega de Ampurias. Su crecimiento se adaptó a la orografía de la colina donde se encuentra, tal y como muestran las diferentes construcciones que se conservan.

3. Ciudad íbera de Ullastret: situada en el Puig de Sant Andreu, es el asentamiento íbero más grande descubierto hasta ahora en Cataluña. Rodeada por una enorme muralla, reforzada con seis torres circulares, se convirtió en un importante centro de intercambio comercial. El visitante puede caminar por las calles adoquinadas e incluso, ‘entrar’ en las diferentes casas, desde las más modestas a las que pertenecían a las familias más importantes. También se encuentran los restos de tres templos, del siglo IV aC y III aC. El yacimiento cuenta con un pequeño museo donde se puede ver uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos años: las cabezas cortadas de Ullastret.

4. Empúries: es por hoy, el único yacimiento arqueológico de la Península Ibérica donde conviven los restos de una ciudad griega, Emporion, con los de una ciudad romana, Emporiae. La arqueología ha podido constatar la ocupación del lugar entre los siglos VI aC y V dC. Los restos griegos que hoy se conservan son de época helenística y encontramos los recintos sagrados de Asclepio y Serapis, una pequeña industria de salazones, el ágora y los restos de una sala de banquetes. Los romanos llegaron en el año 218 aC, bajo el contexto de las Guerras Púnicas que los enfrentaron con los cartagineses. De época romana destacan diferentes domus, las cuales cuentan con bonitos mosaicos, el foro, los restos de la Basílica y la Curia y las tabernae o tiendas.

5. Ciutadella de Roses: situada en el municipio de Roses, se convierte en una fortificación renacentista (s. XVI) que guarda restos arqueológicos griegos, romanos, visigóticos, medievales y de época moderna. Por lo tanto, abarca una cronología que va desde el siglo VI aC hasta el siglo XIX. Incluso, guarda un monasterio románico de Santa María, del siglo XI. El conjunto está acompañado por un museo que pone voz al gran yacimiento y da a conocer la historia y patrimonio cultural de Roses, desde la Prehistoria hasta la época reciente. La Prehistoria también tiene un papel muy destacado en el municipio y se que se encuentran diferentes dólmenes y menhires, que pueden visitarse siguiendo la Ruta Megalítica.

6. Villa romana de Pla de Palol: situada junto a Cala Rovira, en el término municipal de Castell-Platja d’Aro, fue habitada entre los siglos I aC y VII. Hoy, es un recinto abierto de acceso libre que te permite contemplar la estructura y distribución de las diferentes viviendas que la formaban. Sobre todo, destacó por su actividad agraria y por la fabricación de cerámica.

¿Qué te ha parecido esta ruta arqueológica? ¿Conocías todos estos sitios? Si te decides a hacerla entera, debes saber que paralelamente podrás descubrir las mejores playas y calas de la Costa Brava. Las que, durante buena parte del año, ofrecen diferentes actividades acuáticas, ideales para disfrutar en familia o amigos. Desde el Camping Palamós te animamos a descubrir la historia de la Costa Brava a través de esta ruta arqueológica. Y si te animas a hacerla durante la Primavera o Verano, recuerda que todos estos lugares explicados se encuentran cerca del camping. Por eso si te alojas aquí en bungalow o caravana siempre te será más fácil llegar a él. ¡Y es que no hay mejor manera de conocer un territorio que quedándose a dormir!